miércoles, 22 de febrero de 2012

Capítulo III de Dincina. El viaje a Sevilla


LA LLEGADA A SEVILLA

Capítulo III



-         ¡Por fin llegamos!- dijo David contento tras un largo viaje a Sevilla.

Más tarde llegaron a un hotel que tenían una habitación alquilada. El dueño del hotel era la persona con más riquezas del mundo. Incluso era conocido en Dincina. Se llamaba Abbas.

David y Marta estaban impacientes por encontrar la piedra de fuego que se encontraba en la Giralda. Jugaban con sus perros, pues no sabían dónde dejarlos y se los habían llevado.

A la mañana siguiente José Antonio y sus hijos fueron a coger el cuadro que él pintó. Marta se quedó con su madre para ver Sevilla, mientras tanto el padre y su hijo irían a ver dónde se encontraba la Giralda. Se llevaron a su pastor alemán Kevir pues era un buen perro policía que encontraba todo lo que le dijeses.

Se pusieron manos a la obra. David estaba nervioso, pues tenía la sensación de que alguien los seguía desde que salieron del hotel.

Kevir vio algo brillante detrás de él y fue a investigar. De repente, metió un ladrido que rompió el cristal de una ventana de una casa abandonada.

Fueron corriendo, y de pronto Kevir tenía una raja en la pata trasera. A su lado, había un cuchillo idéntico al que estaba al lado de Scooby.  Ahora si llevaron el cuchillo a la comisaría para saber quién hizo esas cosas a los perros y quién robo el espejo y el jarrón.

José Antonio contó a su mujer y a su hija lo que sucedió. La mujer le dijo que vio a Abbas llegando al hotel agotado de haber corrido unos 10 kilómetros.

Kevir lloraba por su herida al lado de su amigo Ater, el otro perro que tenían.

Al día siguiente, David le preguntó a su padre si le podía llevar a ver un derby, jugaban el Sevilla FC. contra el Betis.

El padre le dijo que sí, aunque él estaba concentrado en la piedra de fuego.

 Marta fue a investigar un poco con Kevir. Tras un tiempo husmeando por el hotel, el perro se dio cuenta en el vestíbulo de que allí estaba quien le lanzó el cuchillo. Comenzó a ladrar. El asesino de animales capturó a Marta al oír los aullidos amenazadores. No quería problemas.

Por la noche, no apareció Marta, y su familia se preguntaba qué habría sucedido con ella y con el fiel Abbas.

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